jueves, 19 de enero de 2012

Tarea Tres


Tarea 3

Fibonacci

Fibonacci nacido en Pisa (Italia), desde pequeño vivió en la ciudad de Bugía en el norte de África por que su padre era uno de los principales mercaderes italianos que fue enviado a esta ciudad a trabajar en la Oficina de Aduanas.

Su nombre real era Leonardo de Pisa pero le decían Fibonacci (que significaba hijo de Bonacci). Desde pequeño su padre le inculcó las matemáticas y le puso a los mejores profesores que en ese tiempo eran los árabes, y de ellos recibió la mejor enseñanza que un joven de aquella época podía recibir.

Poco a poco se convirtió en un experto en aritmética y en los sistemas numéricos que existían en ese entonces. Aquí se dio cuenta que el sistema hindo-arábigo era mejor que cualquier otro que existía y lo llevo a Europa donde todavía usaban los números romanos y el ábaco, al principio los mercaderes no quisieron tomar este nuevo método que traía Fibonacci pero al final lo aceptaron; le tomo casi toda su vida introducir y aplicar esto en los mercaderes.

A pesar de todos estos sucesos Fibonacci fue reconocido mas por los matemáticos por su secuencia numérica que publicó en su libro “Liber Abaci” en el cual demuestra su famoso “problema de los conejos” que parecía mas un acertijo que problema: "Una pareja de conejos tarda un mes en alcanzar la edad fértil, a partir de ese momento cada vez engendra una pareja de conejos, que a su vez, tras ser fértiles engendrarán cada mes una pareja de conejos. ¿Cuántos conejos habrá al cabo de un determinado número de meses?."
con esta imagen vemos como en los meses que pasan coincide con su secuencia
numérica de 1; 1; 2; 3, 5; 8; 13; 21; 34; 55; 89 y así sucesivamente.

Pero esto no fue todo lo que se encontró con la secuencia de Fibonacci, los investigadores se dieron cuenta que curiosamente los números coincidían entre ellos en el cociente de cada término y el anterior, esto se fue acercando a un numero muy especial usado por los griegos, en sus esculturas y templos, este era el número áureo. También impresionó mucho a los biólogos quienes se dieron cuenta que en el mundo vegetal parecía que la secuencia numérica de Fibonacci se encontraba en la genética de las plantas ya que el número de espirales en numerosas flores y frutos también se ajusta a parejas consecutivas de términos de esta sucesión: “los girasoles tienen 55 espirales en un sentido y 89 en el otro, o bien 89 y 144.”



Fibonacci sin pretenderlo con su secuencia numérica halló la llave del crecimiento de la naturaleza.


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