Tarea
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Fibonacci
Fibonacci
nacido en Pisa (Italia), desde pequeño vivió en la ciudad de Bugía en el norte
de África por que su padre era uno de los principales mercaderes italianos que
fue enviado a esta ciudad a trabajar en la Oficina de Aduanas.
Su
nombre real era Leonardo de Pisa pero le decían Fibonacci (que significaba hijo
de Bonacci). Desde pequeño su padre le inculcó las matemáticas y le puso a los
mejores profesores que en ese tiempo eran los árabes, y de ellos recibió la
mejor enseñanza que un joven de aquella época podía recibir.
Poco
a poco se convirtió en un experto en aritmética y en los sistemas numéricos que
existían en ese entonces. Aquí se dio cuenta que el sistema hindo-arábigo era
mejor que cualquier otro que existía y lo llevo a Europa donde todavía usaban
los números romanos y el ábaco, al principio los mercaderes no quisieron tomar
este nuevo método que traía Fibonacci pero al final lo aceptaron; le tomo casi
toda su vida introducir y aplicar esto en los mercaderes.
A
pesar de todos estos sucesos Fibonacci fue reconocido mas por los matemáticos
por su secuencia numérica que publicó en su libro “Liber Abaci” en el cual
demuestra su famoso “problema de los conejos” que parecía mas un acertijo que
problema: "Una pareja de conejos tarda un mes en alcanzar la edad fértil,
a partir de ese momento cada vez engendra una pareja de conejos, que a su vez,
tras ser fértiles engendrarán cada mes una pareja de conejos. ¿Cuántos conejos
habrá al cabo de un determinado número de meses?."
con
esta imagen vemos como en los meses que pasan coincide con su secuencia
numérica
de 1; 1; 2; 3, 5; 8; 13; 21; 34; 55; 89 y así sucesivamente.
Pero
esto no fue todo lo que se encontró con la secuencia de Fibonacci, los investigadores
se dieron cuenta que curiosamente los números coincidían entre ellos en el
cociente de cada término y el anterior, esto se fue acercando a un numero muy
especial usado por los griegos, en sus esculturas y templos, este era el número
áureo. También impresionó mucho a los biólogos quienes se dieron cuenta que en
el mundo vegetal parecía que la secuencia numérica de Fibonacci se encontraba
en la genética de las plantas ya que el número de espirales en numerosas flores
y frutos también se ajusta a parejas consecutivas de términos de esta sucesión:
“los girasoles tienen 55 espirales en un sentido y 89 en el otro, o bien 89 y
144.”
Fibonacci
sin pretenderlo con su secuencia numérica halló la llave del crecimiento de la
naturaleza.